por Gabriel Téllez (personal investigador AmerMad)
El 27 de enero de 2022 se celebró en la facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Autónoma de Madrid el conversatorio La polémica de la historia de América. Respuestas desde la Academia. La inauguración corrió a cargo de Mirian Galante Becerril y Manuel Burón Díaz, profesores de Historia de América en el departamento de Historia Moderna de la citada universidad, quienes agradecieron la participación de los cinco comunicantes. Según los organizadores, el evento se planteó para reflexionar sobre las polémicas existentes de la conquista y presencia españolas en América desde un planteamiento riguroso y ajustado a las interpretaciones académicas. La cita pudo llevarse a cabo gracias a los esfuerzos compartidos por el proyecto AmerMad, los Seminarios Americanistas y la Asociación de Historia Pública. Mirian Galante incidió en lo oportuno que resulta en los tiempos actuales contar con especialistas que expliquen la compleja realidad histórica americana en todo su conjunto y Manuel Burón abogó por recuperar el espíritu interdisciplinar que ha impregnado la actividad para repetirla próximamente. Ambos cerraron sus intervenciones destacando la necesidad de implicar al alumnado en este tipo de encuentros, donde se pueden adquirir una serie de conocimientos que permiten modificar la visión tradicional de los hechos de la historia de América.
Jesús Esteban Bustamante García (CSIC) abrió la primera sesión con una disertación sobre la historiografía mexicana de la conquista de México. En este sentido, articuló su presentación en torno a tres momentos concretos que posibilitan entender este proceso. El primero de ellos, surgido durante la primera mitad del siglo XIX, tuvo como rasgo principal el mostrar la conquista como un hecho definitivo que hizo chocar a dos naciones entre sí (México y España), dirigiendo el conflicto hacia una dimensión estrictamente política, pero sin atender las sensibilidades de los pueblos indígenas. La segunda parada de su lección nos trasladó a los años treinta del siglo XX, cuando aparecieron las primeras traducciones al castellano de textos fundamentales del náhuatl que posibilitaron crear un universo nuevo en la historiografía. De esta forma, aseveraba el invitado, se lograba incorporar la voz de los que habían quedado fuera. En tercer lugar, Bustamante señaló el inicio de las indagaciones realizadas en archivos que dieron como resultado un magma de estudios cuyo denominador común fue la profesionalización del oficio de historiador tras 1950. Finalmente, el investigador subrayó la conquista de México como uno de los hitos singulares en los relatos de las historias nacionales del país, aunque remarcó que fue una más de las muchas que hubo en América y que no debe explicarse sin atender a los nuevos retos y enfoques de cada generación de historiadores. Además, afirmó que resulta útil comprender la heterogeneidad de los relatos para contraponerlo a las apreciaciones maniqueas que sugieren los debates de nuestros días.

Enrique González González (UNAM) trasladó la importancia que tiene añadir la voz de las crónicas al análisis sobre la presencia eclesiástica en el México virreinal, sin desmerecer la forma en que las pugnas entre miembros del clero secular y regular condicionaron la posterior imagen que quedó de las sociedades indígenas retratadas y de la misma Iglesia. Igualmente, consideró oportuno contrastar la concepción de la Iglesia como institución social y aparato virreinal. En este aspecto, expuso la figura del obispo fray Juan de Zumárraga como uno de los personajes más complejos de la Nueva España en la primera mitad del Quinientos, debido a sus vínculos con el comercio de armas y esclavos que le valieron para construir una de las mayores fortunas de la época. En última instancia, aseguró que para aproximarse a la historia de la Iglesia en América conviene alejarse de la clasificación simplista que separa a los buenos frailes de los malos clérigos.
En la tercera ponencia, Tomás Pérez Vejo (ENAH) desarrolló que las relaciones entre México y España tras la emancipación del primero, han sido siempre conflictivas y han estado determinadas por la forma en que se han construido los grandes relatos nacionales de ambos países. Por ello, el comunicante refirió que estamos ante un pasado que no cesa, dadas las múltiples opciones utilizadas para articular la temática de la conquista. Insistió en cómo los hechos dejan de serlo y pasan a convertirse en símbolos cuando la lógica del relato se impone a la realidad histórica. Presentó el diferente peso que representan la independencia, la época virreinal y la conquista en las memorias colectivas mexicana y española, respectivamente. Para Pérez Vejo solamente cuenta la independencia en el imaginario mexicano, mientras que la etapa virreinal es inexistente para ambas naciones. Sin embargo, cree que la conquista, pese a interesar a las construcciones historiográficas de los dos países, resulta más importante en el discurso mexicano. En otro orden de cosas, manifestó que el conflicto identitario latente en México impide a las autoridades afrontar esta cuestión de otro modo y, en el caso español, la estela de la “gloria imperial” y la polarización que genera, dificulta aproximarse con otra mirada al pasado. Concluyó afirmando que es sumamente necesario construir relatos alternativos que combatan las mitificaciones creadas sobre los acontecimientos históricos.
La investigadora Elizabeth del Socorro Hernández García (UDEP) planteó los distintos enfoques interpretativos presentes en la historiografía peruana acerca de la independencia del país andino. Sostuvo que todavía existen cuestiones sobre las que falta profundizar y, tras situar al auditorio con una sucinta cronología de las fases de la emancipación peruana (1780, 1824 y 1826), se centró en analizar el proyecto monárquico fraguado durante aquellos momentos. Finalmente, reflexionó en la utilidad de estudiar estos círculos monárquicos y sus relaciones con las élites oriundas para contribuir a comprender mejor el ambiente político vigente en el Perú de la primera mitad del siglo XIX.
En la última comunicación, a cargo de Emilio Vicente Redondo Carrero (UCM), se trataron diversos temas vinculados al hispanoamericanismo, haciéndose especial hincapié en la configuración de los términos que, desde el siglo XIX, han sido utilizados para intentar definir la comunidad trasnacional que forma lo americano. El investigador expresó que no resulta sencillo fijar un concepto determinado porque cada concepto encierra una serie de implicaciones políticas e ideológicas. Para explicar cómo se ha llegado hasta aquí, mostró la evolución sufrida por el término Hispanoamérica, desde su origen decimonónico hasta las la actualidad, entrecruzándose todo ello con los efectos que ha representado la inmigración hispanoamericana en España y Estados Unidos o la polémica surgida cuando se relaciona con los nacionalismos. Para finalizar, el comunicante sentenció que no se debe renunciar al término hispanoamericanismo, pues así, evitaremos que pueda ser apropiado por movimientos políticos cuyo único fin es distorsionar la realidad histórica y alcanzar notoriedad en sus respectivos países.
Tras las ponencias, se abrió el turno de preguntas y debate, dando como resultado interesantes reflexiones acerca de la destrucción de estatuas y las polémicas surgidas en torno a este fenómeno. También se aludió a lo pernicioso del elemento nacionalista en la comprensión de la historia para derribar o levantar monumentos y, para acabar, se concluyó la sesión destacando el papel que deben tener los historiadores a la hora de romper las categorizaciones ideológicas creadas sobre la historia de América. A este respecto, se aludió al desafío que representa para la Universidad establecer canales de comunicación con la sociedad, aunque reconociendo que, lamentablemente, lo hispanoamericano siempre tendrá una fuerte carga política detrás.