por Alejandro Sell Maestro (investigador FPI-UAM)
El 17 de noviembre de 2021 se inauguró el congreso El Madrid americano en la Sala Pierre Paris de la Casa de Velázquez. Intervinieron Valerio Rocco, director del Círculo de Bellas Artes de Madrid y Antonio Álvarez-Ossorio, coordinador del proyecto América en Madrid. Patrimonios interconectados e impacto turístico en la Comunidad de Madrid. Ambos presentaron el encuentro como una de las piezas clave de un proyecto que supone un gran paso tanto en el ámbito de la investigación como, sobre todo, en el de la transferencia. No en vano, su carácter innovador estriba en que sus miembros ponen sus investigaciones al servicio de la sociedad madrileña y del desarrollo socioeconómico de su región, con el objetivo de construir un discurso integrador que aproxime la herencia cultural de Latinoamérica a los ciudadanos. El congreso, celebrado a lo largo de tres días en horario de tarde, constó de cinco paneles, cada uno orientado a uno de los cinco puntos sobre los que se fundamenta el citado proyecto, poniendo de relieve, además, su naturaleza interdisciplinar.
El primer panel, presentado por Mirian Galante Becerril (UAM), Antonio José Rodríguez Hernández (UNED) y David García Hernán (UC3M), estuvo dedicado a discutir los esfuerzos de catalogación y conservación del patrimonio documental de origen americano que los investigadores del proyecto están llevando a cabo. En primer lugar, Pilar Ponce Leiva (UCM) presentó el reciente Catálogo de fondos americanos de la Biblioteca Histórica de la Universidad Complutense de Madrid, una obra colectiva que consta de cinco estudios introductorios previos: presentación del libro, importancia de la colección para construir la historia de América, obras publicadas en América desde el siglo XVI hasta 1830, obras de temática americana publicadas en Europa y obras sobre materia médica. La profesora insistió en que esta publicación pretende servir de modelo para potenciales catálogos homólogos de otras instituciones. En segundo lugar, dentro de la misma intervención, Marta Torres Santo Domingo, directora de la Biblioteca Histórica “Marqués de Valdecilla” introdujo la institución, destacando la composición de sus fondos, todos ellos procedentes de instituciones educativas o de manos privadas. La mayor parte de la colección americana está formada por obras científico-técnicas y humanísticas, y proceden del Colegio de San Ildefonso (ciencias), del Colegio Imperial de la Compañía de Jesús (evangelización y costumbres), del Colegio de Medicina San Carlos (libros de la Ilustración), del Archivo de Rubén Darío y del Archivo de Francisco Guerra. En tercer lugar, en su ponencia, David García Hernán (UC3M) subrayó la relevancia del estudio de los fondos del Archivo del Museo Naval para comprender la capacidad que tuvo la monarquía de España de mantener durante varios siglos un territorio como el americano, tan extenso como expuesto a los ataques extranjeros. De ahí que la presencia española en América deba ser entendida en clave de éxito. Por otra parte, frente a una clásica estructuración de sus fondos por tipología documental, propuso una clasificación temática que pretende facilitar la labor del investigador: apresto de naves, movimientos de naves y tropas extranjeras, carrera de Indias, el corso, la piratería o las políticas de defensa y fortificación, entre otros aspectos. En cuarto lugar, Mirian Galante Becerril (UAM) presentó el Diccionario Geográfico-Histórico de Antonio de Alcedo (1786-89), que ofrece una descripción pormenorizada de América que suscitó cierto recelo en los reyes a causa de la prolijidad de informaciones que contenía. Su autor era consciente de la necesidad de disponer de un conocimiento completo del territorio, pero se encontró con un doble problema a la hora de plantearlo: cómo redactar una historia para un espacio tan amplio y diverso sin caer en el florido estilo de las crónicas barrocas y cómo salvar la barrera del multilingüismo americano. La solución consistió en elaborar un diccionario que incluye al final un vocabulario y una gramática. En quinto lugar, Pedro Pérez-Herrero (UAH) explicó, aportando una rigurosa relación de autores y obras, la evolución que viene experimentando la historiografía americanista española desde la década de 1930 hasta la actualidad. Según el profesor, se ha pasado de componer grandes historias de América influidas, sucesivamente, por las corrientes historiográficas alemanas, francesas o estadounidenses, que, al destacar el glorioso pasado de conquista, civilización y evangelización generaban un sentimiento de identidad en la población, a redactar, a partir de la década de 1980, historias cada vez más privatizadas, restringidas al ámbito académico y desconectadas de la sociedad por influencia de la creciente globalización. En este sentido, propuso que la historia debe recobrar su función social, divulgándose bajo el amparo de los historiadores.

El segundo panel, compuesto por los investigadores del grupo TURUAM, estuvo destinado a la exposición de las estrategias que se han ido estudiando para trasladar al ámbito turístico el conocimiento sobre el patrimonio histórico-cultural americano en Madrid. Por un lado, Luis Rubio Andrada (UAM) presentó los trabajos del grupo expresando que el objetivo de su labor investigadora consistía en potenciar la competitividad de Madrid incrementando el número de turistas y de ingresos. Dio paso a su compañero Ignacio González Cavero (UAM), que explicó el modo en que se había desarrollado la primera fase de la indagación, que reside en el diagnóstico de diez segmentos de interés turístico sobre el Madrid americano y en la descripción de itinerarios factibles con la ayuda de un equipo de historiadores de la UCM. En la misma intervención, María Soledad Celemín Pedroche (UAM) comentó que se había procedido a la identificación del público objetivo mediante sendas encuestas, una abierta primero y otra cerrada después, con el fin de adaptar los itinerarios a sus preferencias. Tomando como referencia algunas variables, se llegó a la conclusión, en las entrevistas abiertas, de que los ciudadanos preferían reservar las actividades a través de internet o de agencias de viaje, efectuar las rutas a pie con el apoyo de una aplicación móvil en primavera u otoño y recibir una información general del conjunto de Latinoamérica con un coste de 40-100 euros. Por otro lado, estas estadísticas se vieron matizadas con los resultados de las entrevistas cerradas, expuestos por Laura Vidal Serrano e Isabel Martínez Gutiérrez (UAM), en función de los cuales se concluyó que los itinerarios se organizarían por temáticas, se realizarían a pie en grupos y con guía y aplicación, durarían entre una y tres horas, y costarían unos 30 euros, incluyendo la visita de un jardín, un museo, un restaurante, una iglesia y un monumento civil. Entre estas dos ponencias de índole estadística, Ricardo García García (UAM) pronunció otra centrada en la puesta en valor del patrimonio inmaterial de origen americano presente en Madrid, entendido en un sentido amplio como todas aquellas tradiciones y expresiones orales, espectáculos o usos relacionados con la naturaleza y el universo, entre otros, que sirven como correa de transmisión para generar un sentimiento integrador en los vínculos entre España y Latinoamérica.
La segunda jornada se desarrolló el 18 de noviembre de 2021 en la Sala Valle-Inclán del Círculo de Bellas Artes de Madrid. El tercer panel estuvo dedicado al análisis de las influencias latinoamericanas en Madrid desde el punto de vista de la historia natural y de las ciencias experimentales. En primer lugar, María Martín Gil (IPCE), presentadora de sus integrantes, resaltó el papel interdisciplinar desempeñado por el Instituto del Patrimonio Cultural Español en la promoción de dicho patrimonio y su voluntad de establecer redes de colaboración con las instituciones académicas. Introdujo primero a Esther García Guillén (Real Jardín Botánico-CSIC) que presentó la Colección Mutis, la mejor de botánica americana, originada a raíz de la expedición de José Celestino Mutis a Nueva Granada (iniciada en 1783) y que incluye las ilustraciones realizadas en gran parte por artistas americanos de su taller. Representan el 10% de la flora colombiana, apareciendo cada especie dibujada en su forma ideal, de manera que sirvieran de modelo para estudios posteriores. En segundo lugar, Ana Roquero Caparrós (investigadora independiente) dio a conocer la investigación que ha desarrollado acerca de la composición de los tintes de los tejidos históricos latinoamericanos, habiendo tomado muestras de todos los pigmentos y elaborado un catálogo completo de los tintes. Posteriormente pasó a explicar la historia de los más relevantes desde el punto de vista comercial, mostrando hasta qué punto influyeron en el desarrollo de las relaciones de la monarquía de España con América y con las potencias extranjeras que buscaban beneficiarse de dichas materias primas. En tercer lugar, Susana Marras (IPCE) presentó su trabajo, consistente en tomar 73 muestras de 300 especies vegetales con el objetivo de demostrar que los procedimientos de teñido en los tejidos americanos apenas han experimentado cambios en los últimos siglos, de proporcionar, en el ámbito museístico, una información más completa acerca de las obras que se están contemplando, y de poder aportar mayor conocimiento a la sociedad sobre el tema. Ello se consigue siguiendo un método que incluye la preparación de las muestras, el procesamiento e interpretación de los datos y la realización de tablas de correlación. En cuarto lugar, Ana Rosa García Pérez (IPCE) explicó los análisis radiológicos que se habían llevado a cabo sobre 16 piezas de un total de 122 que componen el Tesoro de los Quimbayas conservado en el Museo de América, para averiguar su estado de conservación, las técnicas empleadas para su fabricación y las huellas de uso. En su discurso, la investigadora se interesó por mostrar al público las instalaciones y los protocolos necesarios para ejecutar el procedimiento. En quinto lugar, Cristina Guerrero López (Museo Nacional de Antropología) e Irene Sánchez Pascual (Museo Nacional del Romanticismo) expusieron el proceso por el cual habían llevado a cabo la restauración de una diadema y un faldellín de la cultura amazónica de cubeo, que, debido a su carácter biodegradable y a un mal tratamiento anterior, se encontraban en un pésimo estado de conservación. Para ello, tomaron una muestra microbiológica y elaboraron un cultivo para identificar los microorganismos que propiciaban el biodeterioro y, de esta forma, proceder a retirarlos con cuidado sin dañar las piezas y aplicar las medidas necesarias para garantizar su conservación.

El cuarto panel, presentado por Víctor Peralta Ruiz (CSIC), estuvo dedicado al patrimonio natural de origen americano en Madrid. En primer lugar, Jesús Bustamante García (CSIC) intervino defendiendo que la expedición científica emprendida por Francisco Hernández por América y Filipinas entre 1570 y 1575, ejerció como precursora y modelo de las organizadas a los pocos años por Inglaterra y de las propiamente ilustradas del siglo XVIII. Gran parte de su discurso se centró en las vicisitudes que experimentó la obra con los resultados de su expedición, cuya rica edición impresa se perdió en el incendio del monasterio de El Escorial (1671), aunque todavía se conserva un manuscrito inédito. En segundo lugar, Víctor Peralta Ruiz (CSIC), propuso un itinerario de hitos concretos que mostraran la influencia del Perú ilustrado en Madrid, desde la estatua del Inca Garcilaso en el Retiro, hasta el Museo Naval, pasando por el Palacio Real, que conserva un extenso repertorio de obras vinculadas a la naturaleza y medicina peruana dieciochesca. En tercer lugar, Juan Manuel Sánchez Arteaga (CSIC) discurrió en torno a la disputa filosófica sobre la estética que mantuvieron durante un año (1794-95) diversos intelectuales por medio de cartas publicadas en el Diario de Madrid. Entre ellos se encontraba Alejandro Malaspina, que, influido por su reciente experiencia en tierras americanas, argumentaba que solo era posible encontrar la belleza en la naturaleza, en contra de quienes defendían que también era posible hallarla en las convenciones humanas. En cuarto lugar, Beatriz Blasco Esquivias (UCM) expuso en su ponencia cómo José de Churriguera instauró un orden propio visible en los elaborados estípites que, comenzando por el túmulo funerario de María Luisa de Orleans, fueron reproducidos tanto por él como por sus seguidores durante la primera mitad del siglo XVIII en diversos monumentos españoles y americanos. Con todo, como señaló la profesora, la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, obrando de acuerdo con los principios neoclásicos, promovió un movimiento “antichurrigueresco” que supuso la remodelación de muchas fachadas, aunque más en España que en los virreinatos.
El 19 de noviembre de 2021 fue el tercer día del congreso y se celebró, de nuevo, en la Casa de Velázquez, con las ponencias correspondientes al quinto y último panel, presentado por Pilar Ponce Leiva (UCM) y Benito Navarrete Prieto (UAH), cuya temática giró en torno a la influencia de Latinoamérica sobre el patrimonio religioso y artístico. En primer lugar, Rocío Oviedo Pérez de Tudela (UCM) presentó un estudio paratextual de tres obras de temática americana: La Araucana de Alonso de Ercilla, las Décadas de Antonio de Herrera y El Paraíso en el Nuevo Mundo de Antonio de León Pinelo. Destacó, a nivel general, la voluntad de incluir en ellos retratos del autor o grabados sobre el contenido con el objetivo, por un lado, de ensalzar la figura de este y, por otro, de presentar al lector de un solo vistazo aquellas partes de la narración que más interesaba transmitir. En segundo lugar, Amorina Villarreal Brasca (UCM) explicó que las obras teatrales de temática americana durante la época moderna son relativamente escasas por los siguientes motivos: la introducción de lo americano en Europa fue paulatino per se, lo que ocurría en América no siempre reflejaba comportamientos virtuosos y la revelación de secretos vinculados a dicho territorio no resultaba del agrado de las autoridades, sobre todo teniendo en consideración el escaparate que ofrecían los espectáculos teatrales. En tercer lugar, José Enrique López Martínez (UAM) expuso los objetivos del grupo de teatro del proyecto AmerMad: por un lado, la creación de un corpus de obras teatrales de temática americana entre los siglos XVI y XVIII, incluyendo tanto textos impresos como aquellos perdidos o únicamente representados, así como otro tipo de espectáculos como los bailes, los autos o las representaciones cortesanas; y por otro, la realización de dos ediciones críticas de sendas obras. Con el cumplimiento de estos objetivos se pretende no solo contribuir al incremento del conocimiento académico, sino también crear un canal de intermediación entre los expertos y otros ámbitos educativos de menor especialización. En cuarto lugar, Benito Navarrete Prieto (UAH) pronunció una ponencia enfocada en el poder transformador de las estampas barrocas. Partiendo de diversos ejemplos de pintura religiosa, arguyó que los autores no concebían la repetición de representaciones como una copia, sino como producto de su inventiva, por cuanto cada estampa variaba en función del tamaño, el color o la fuente grabada, convirtiéndola en genuina por sí misma. Además, resaltó la veloz capacidad de transmisión de estos modelos entre el territorio peninsular y América. En quinto lugar, la última intervención del congreso correspondió a Pablo Amador (UNAM), que procedió a una revalorización de las imágenes de Cristo confeccionadas en la Nueva España con caña de maíz, defendiendo que no se trataba de meras piezas de artesanía, sino de representaciones que adquirieron en Castilla una significación devocional equivalente a las elaboradas sobre madera. Para apoyar su tesis, citó diversos ejemplos de Cristos de caña de maíz colocados en privilegiadas ubicaciones dentro de diversas iglesias castellanas, destacando en este sentido los esfuerzos del duque de Lerma y de su familia por promover este tipo de imágenes.

En definitiva, las diferentes ponencias del congreso El Madrid Americano, más especializadas o divulgativas dependiendo de la finalidad del investigador, ponen de manifiesto la voluntad de trabajo interdisciplinar y colaborativo existente entre las instituciones académicas y estatales que componen el proyecto América en Madrid. Patrimonios interconectados e impacto turístico en la Comunidad de Madrid. Como resaltaron sus coordinadores durante la clausura, el congreso reviste de una importancia capital dentro del proyecto, en tanto que constituye un ambicioso objetivo cumplido y desarrollado de manera satisfactoria, así como el punto de encuentro presencial de diversos investigadores procedentes de distintas ramas del conocimiento que disponen de un objetivo común: tomar la iniciativa en la revalorización de la herencia histórico-cultural, antropológica y natural de Latinoamérica en Madrid y su región con vistas a que los resultados de sus investigaciones reviertan en la sociedad madrileña de manera que genere en ella un sentimiento de identidad con lo americano que garantice su pervivencia. Como se puso de manifiesto en varias de las ponencias, este ambicioso fin aún requiere de un largo camino para concretarse, pero lo cierto es que el congreso El Madrid americano supone una línea de salida necesaria para alcanzarlo después de un periodo de forzado letargo en el avance de las investigaciones.
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